Sarah Griffin, una niña, de 12 años, que vive en Reino Unido, sufrió un colapso pulmonar y pasó cuatro días en coma por el uso excesivo de vapeadores.
La menor de edad, según informaron medios locales, comenzó a vapear cuando tenía 9 años y solía ocultar sus vaporizadores a su madre, puesto que ya le habían diagnosticado asma.
Cuando su progenitora se enteró, intentó detenerla con la intención de que su salud respiratoria y pulmonar no estuviera en riesgo, pero ninguna de sus estrategias funcionó.
Sarah vaporizó 4.000 inhalaciones cada dos días durante el verano, compró sus propios vaporizadores sin receta y se volvió adicta a la nicotina.
Cuando enfermó y la llevaron al hospital, los médicos se dieron cuenta de que sólo tenía un pulmón funcionando y la pusieron en coma inducido con la esperanza de ayudarla a recuperarse.
Sarah, que ahora participa de campañas para advertir sobre los daños de esta prática, continúa en recuperación, pero sus pulmones quedaron con daños permanentes.
Mary Griffin, from Belfast, and her daughter Sarah are speaking out to warn others about their experiences in support of our new campaign after Sarah was recently admitted to ICU and put in an induced coma after she had been vaping.
— Northern Ireland Chest Heart & Stroke (@nichstweet) October 9, 2023
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