La historia del reencuentro de un hijo con sus padres ha causado conmoción en Argentina, dado que los progenitores vivieron 43 años pensando que su bebé había fallecido.
Es la vida de Maxi Jiménez, quien es médico y hace años comenzó a investigar su propia historia, la que relató a Infobae. Había cumplido 33 años, ya se había titulado y recién había confirmado sus sospechas de que quienes lo habían criado no eran sus padres biológicos.
Su madrina le contó que en 1977 "yo tenía un compañero de trabajo que era pediatra. Su esposa también era pediatra. Querían tener hijos, pero no podían. Dos años antes de que nacieras, esta pareja conoció a una chica embarazada que quería dar a su bebé. Ellos se ofrecieron a quedarse con la criatura. Decidieron acompañarla y le pagaron los estudios, pero a último momento la mujer se arrepintió y se quedó con la beba. Decidieron entonces hacerlo con dos embarazadas a la vez, por si una se arrepentía”.
"Cuando yo me enteré de esto les comenté que conocía a una pareja que también quería tener hijos y no podía. El primer bebé nació y lo llevaron con el matrimonio de pediatras. Tú naciste cinco días después y yo misma te fui a buscar y te llevé con los que fueron tus padres”. Era, según le dijo la mujer, "el bebé de repuesto".
"Mis amigas estaban teniendo hijos y yo no podía"
Varios años más tarde, cuando Maxi cumplió 33 y acababa de divorciarse, tuvo otro antecedente por la mamá de una amiga, quien se había enterado de que había sido adoptada ilegalmente, lo que el médico consideró que “me liberaba del peso del mundo, un peso que yo siempre había llevado sobre los hombros”.
“Cuando le pregunté a mi mamá de crianza por qué habían hecho algo así me dio una respuesta que la hizo un poco más humana: 'Todas mis amigas estaban teniendo hijos y yo no podía'. Entiendo el deseo de tener un hijo, pero ¿más de tres décadas engañándome?", cuestionó el profesional, y dijo que pasó tres años sin hablarles.
Continuando con su indagatoria, encontró al hijo que le habían entregado a los pediatras, quien "me dijo que era cierto todo, aunque los pediatras se lo habían negado a muerte siempre. De hecho él ya había encontrado a su familia biológica”. Así, pasaron varios años más.
"Sabía que te había escuchado llorar”
A comienzos de 2022, se hizo un test de ADN privado y localizó a "un primo que estaba reconstruyendo el árbol genealógico familiar por hobby”. Luego de múltiples contactos fallidos, localizó a un hombre cuyo hijo, según él creía, había nacido muerto.
Así, supo que su madre aún era pareja de aquel hombre, y pudo contactarles. "La engañaron, le mintieron. Se lo robaron, expresó Maxi. En tanto, quien resultó ser su mamá le dijo que "yo sabía que te había escuchado llorar”.
Finalmente, el médico dijo que se mantiene en contacto con sus padres reales y que “hasta ese día yo me llamaba Juan Giorgi, así me conocían todos. En ese momento me di cuenta de que yo no puedo desconocer esta parte de la historia: Juan era el nombre que me habían puesto después de haber sido robado. ¿Yo? Yo soy Maxi”.
