Voces de América Latina han manifestado su postura frente al ataque de Estados Unidos a tres instalaciones nucleares de Irán. Entre ellos, el Presidente Gabriel Boric condenó la decisión del país liderado por Donald Trup, asegurando que "defenderemos el respeto al derecho internacional humanitario".
Colombia
El presidente de Colombia, Gustavo Petro, afirmó que la medida "incendia" a Medio Oriente. "Trump dice que acaba de atacar tres plantas nucleares de Irán. En Irán no hay desarrollo de armas nucleares, pensaba un desarrollo pacífico, pero ese hecho (el ataque estadounidense) incendia el Medio Oriente", manifestó el mandatario durante un acto en Medellín. Agregó: "Le digo (a Trump), no haga la guerra, detenga la guerra entre Israel e Irán (...) detenga el genocidio sobre Gaza".
Bolivia
Por su lado, Luis Arce, presidente de Bolivia, condenó lo que calificó como un "ataque arbitrario". "Bombardear objetivos de esta naturaleza no solo pone en riesgo la paz regional y global, sino que vulnera principios fundamentales del Derecho Internacional y la Carta de la ONU", indicó el mandatario boliviano en sus redes sociales.
México
México, a través de su Cancillería, hizo un llamado "urgente al diálogo diplomático por la paz entre las partes involucradas en el conflicto de Medio Oriente”, según redactó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
Venezuela
Desde Venezuela, Nicolás Maduro señaló que el ataque estadounidense es un "un acto de agresión ilegal, injustificable y extremadamente peligroso".
"La República Bolivariana de Venezuela condena de manera firme y categórica el bombardeo ejecutado por el Ejército de los Estados Unidos, a solicitud del Estado de Israel, contra instalaciones nucleares en la República Islámica de Irán, incluyendo los complejos de Fordow, Natanz e Isfahan", señala un comunicado publicado por el canciller venezolano, Yván Gil, en su canal de Telegram.
Cuba
También el gobierno cubano condenó el ataque, indicando que "viola gravemente la Carta de la ONU y el Derecho Internacional y arrastra a la humanidad a una crisis de irreversibles consecuencias”.
“Es un acto criminal, irresponsable y violatorio del Derecho Internacional de consecuencias incalculables. Vulnera el régimen internacional de seguridad nuclear y las normas y salvaguardias de la OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica)”, agregó el canciller cubano en sus redes sociales.