Como una medida para "frenar a los gobiernos autoritarios" fue definida la decisión adoptada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de autorizar sanciones contra quienes faciliten tecnología avanzada para la vigilancia de disidentes y violaciones graves a los Derechos Humanos.
Durante un discurso emitido en el Museo del Holocausto, Obama aseguró que la medida responde al uso que han hecho gobiernos como el de Siria e Irán de sistemas de rastreo, localización e identificación de telefonía celular e internet utilizada por grupos opositores. De hecho, las sanciones comenzarán contra los regímenes de esos países.
Tras el anuncio, el Departamento de Tesoro impuso sanciones contra la Dirección General de Inteligencia siria, la compañía de teléfonos celulares Syriatel, el Ministerio de Inteligencia y Seguridad de Irán, los Cuerpos de las Guardias Revolucionarias, las fuerzas del orden público y el proveedor de internet iraní Datak Telecom, al igual que a un número de individuos.
"Condenamos las continuas campañas de violencia y abusos de los derechos humanos contra el pueblo de Siria e Irán por parte de sus gobiernos y brinda una herramienta para responsabilizar a quienes asistan o permitan esos abusos a través del uso de tecnología de la información y de las comunicaciones", señaló Obama.
El decreto presidencial incluye sanciones como la prohibición de visados y restricciones a las operaciones financieras a entidades y personas provenientes de esos países. Además, Obama explicó que se ofrecerán estímulos para las compañías que desarrollen nuevos medios para ayudar a los residentes de países donde ocurran matanzas a que alerten sobre estos hechos.
Asimismo, Obama sostuvo su país ha utilizado las herramientas políticas, económicas y morales para salvar miles de vidas, sin necesidad de intervenir militarmente los lugares problemáticos.