Mientras el candidato republicano Mitt Romney inicia una gira por el estado de Ohio para intentar reflotar su alicaída campaña presidencial, Barack Obama decidió llevar su discurso político a la televisión y participó del programa de conversación "The View", junto a la Primera Dama, Michelle.
Tras dar su discurso en la Asamblea General de la ONU, el mandatario se reunió con Whoopi Goldberg, Barbara Walters, Joy Behar, Sherry Shepherd y Elizabeth Hasselback, las cinco entrevistadoras del programa, donde conversó sobre su vida privada, sus aspiraciones y sus estrategias para una eventual segundo periodo al mando de la Casa Blanca.
"Les dije, amigos, soy irresistible", bromeó Obama, quien estuvo en todo momento acompañado por su esposa, una de las figuras con mayor popularidad en Estados Unidos. Entre sus revelaciones personales, el candidato a la reelección señaló que una vez terminado su mandato podría dedicarse a la docencia y al trabajo con niños.
"Creo que lo que más disfrutaría sería pasar tiempo trabajando con niños. Me encanta enseñar, pero no estoy seguro de que lo haría necesariamente al interior de una sala de clases, pero la idea de ser la capacidad de viajar y darle a la gente joven una sensación de posibilidad. Creo que disfrutaría haciendo eso", detalló Obama en una jugada para continuar demostrando un mensaje de esperanza y de sueño americano.
En cuanto a su opositor político, Mitt Romney, el mandatario norteamericano dijo que "Estados Unidos es muy fuerte. Podemos sobrevivir a mucho, pero el pueblo norteamericano no quiere sólo sobrevivir. Queremos que todos prosperen. Queremos que la gente tenga una opción de éxito, y entonces la pregunta es: ¿Qué políticas nos llevarán al lugar donde queremos estar?".
El mandatario, quien no se ha reunido con ningún líder político mientras se realiza la Asamblea, aprovechó la ventana televisiva para dar rienda suelta a su carisma, en medio de una campaña presidencial que parece estar favoreciéndole, sobre todo, porque la política internacional de su Gobierno, que ha sido fuertemente cuestionada por los republicanos, no ha demostrado tener incidencia en las preferencias de los votantes.