El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el sábado al concluir la cumbre del G-8 en Camp David que la crisis de deuda de la zona euro amenaza a la economía mundial, pero dio su beneplácito al nuevo enfoque de Europa en empleos y crecimiento como un posible remedio.
Al finalizar las reuniones de alto nivel en el estado de Maryland, el mandatario afirmó que "la dirección que ha tomado recientemente el debate debería darnos confianza". "Existe ahora un consenso emergente respecto a que debe hacerse más para promover el crecimiento y la creación de empleos ahora en el contexto de estas reformas fiscales y estructurales", añadió.
Obama dijo que los líderes del G8 reconocieron los dolorosos sacrificios que está haciendo el pueblo griego para lidiar con los problemas económicos del país y reiteró su visión de que Europa tiene la capacidad de enfrentar sus desafíos.