Tras la decisión del primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, de construir 3 mil nuevas viviendas en Cisjordania y Jerusalén oriental, los gobiernos de Reino Unido, Francia, Suecia y España llamaron a informar a sus embajadores como una señal de protesta por las represalias adoptadas luego que la Asamblea General de la ONU aceptara como miembro observador a Palestina.
El principal proyecto sería la edificación de asentamientos entre las ciudades de Ramala y Belén, específicamente en la polémica zona conocida como "E1". Con ello, el territorio palestino de Cisjordania quedaría dividido en dos e impediría a los palestinos el acceso a Jerusalén y perjudicaría aún más sus esperanzas de un Estado contiguo.
La medida, que fue calificada como un "golpe casi fatal" al proceso de paz por el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, fue rechazada por varios países occidentales, entre los que se incluye el fiel aliado de Israel, Estados Unidos.
Desde Washington criticaron la medida, sobre todo, porque, según publica el diario El Mundo, la construcción de las viviendas en la zona "E1" fue vetada por el país norteamericano hace 20 años.
Gran Bretaña, en tanto, dejó en claro que no respaldaría la dura represalia israelí ante la votación en Naciones Unidas, que los palestinos buscaron luego de que las conversaciones de paz colapsaron en el 2010 debido a una disputa por la construcción de asentamientos por parte de Tel Aviv.
"Deploramos la decisión israelí de construir 3.000 nuevas unidades familiares y descongelar el desarrollo en el bloque E1", dijo un portavoz de la Oficina de Relaciones Exteriores británica. "Hemos instado al Gobierno israelí a revertir la decisión", añadió.
Sin embargo, un portavoz del primer ministro británico, David Cameron, desestimó los rumores sobre un retiro de su embajador en Tel Aviv.
"No estamos proponiendo hacer nada más", dijo el portavoz. "Continuaremos las conversaciones con Israel y con otros gobiernos", sostuvo.
Francia expresó sus "graves preocupaciones" al embajador israelí y le recordó que las construcciones en los territorios ocupados eran ilegales, además de ser un "obstáculo" para reanudar el proceso de paz con los palestinos.
En respuesta a los reportes de que París podría retirar a su enviado en Tel Aviv, un funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores francés dijo: "Hay otras formas en las que podemos manifestar nuestra desaprobación".
Según publica el diario El País, el ministro de Exteriores español, José Manuel García Margallo, acusó a Israel de hacer "exactamente dos cosas que la Unión Europea le pidió que no hiciera", en referencia a la construcción de asentamientos y la congelación de fondos que so recaudados por el gobierno israelí en nombre de los palestinos.
Fuente: 24Horas.cl con información de Agencia Reuters