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Azotes en la cárcel

Reos venezolanos son azotados desnudos durante sus revisiones de rutina.

Mariángel Calderón

Viernes 7 de diciembre de 2012

Desnudos, sin libertad y azotados por sus cuidadores. Así pasan su jornada los reos de la Comunidad Penitenciaria de Coro, ubicada en Venezuela, quienes sufren maltratos de parte de los gendarmes.

La denuncia de las torturas, que realizó la ONG Una Ventana a la Libertad, fue enviada directamente al Fiscal General de la República. Además de documentos escritos, la organización presentó un video, captado por los propios reclusos, que muestran las brutales golpizas que reciben.

El clip, que fue subido a Youtube, expone a los presos arrodillados y desnudos esperando en una fila para ser golpeados. Luego cada uno comienza a pasar y recibe dos golpes con un bate de béisbol en sus espaldas.

Las brutales imágenes, fueron publicadas junto a un documento en el que se denuncian tratos vejatorios. El informe indica que "las condiciones de la comida que se le da a los reclusos es precaria, insuficiente y alejada de los valores nutricionales que deberían de tener. Igualmente se le ha privado de la visita a un buen grupo de familiares quienes muchos tienen más de 2 meses sin ver a sus familiares allí recluidos y por ende desconoces de cual es su de su situación".

Por ello, la ONG, le exige a las autoridades que "se garantice el respeto a los derechos humanos de los privados de libertad en la Comunidad Penitenciaria de Coro así como su vida e integridad personal". Asimismo, piden que "se determinen oportuna y efectivamente las responsabilidades penales, civiles y administrativas a que haya lugar en el presente caso de violaciones a la integridad personal de los privados de libertad en la Comunidad Penitenciaria de Coro".

Los maltratos a los que son sometidos los reclusos estaría motivados por los reclamos realizados por sus familiares respecto al régimen de visita. La entidad indica además que la cárcel que fue inaugurada este 2008 ya se encuentra sobrepoblada, debido a que datos no oficiales revelan que el centro, que tiene capacidad para 700 reclusos, alberga a más de 1.800.