Envejecimiento prematuro y notable deterioro en las facciones faciales no son sólo efectos de exponerse en demasía al sol o una alimentación irresponsable.
La organización católica española Manos Unidas demostró que éstos también se producen en las personas que deben lidiar día a día con la sobreviviencia y la pobreza.
Bajo el lema "La vida pasa para todos, pero no para todos por igual", la ONG busca crear conciencia y sensibilizar sobre la situación que viven miles de personas en condiciones de vulnerabilidad.
La campaña cuenta con un video donde se muestra a la actriz española Inma Cuesta, que poco a poco cambia su semblante con los efectos de la miseria extrema, al punto de lucir como una anciana.
En la página web de la organización también se puede acceder a un simulador con el que cada persona podrá subir su propia imagen y aplicar filtros para vera los efectos del hambre, la explotación, la enfermedad y la injusticia en el rostro y compartirla por Facebook, además de testimonios sobre este tema.