El Papa Francisco concluyó con una misa en San Pedro exponiendo por primera vez las reliquias que la Iglesia reconoce como las de San Pedro, padre de la actual Iglesia Católica.
En una repleta plaza, el Papa comenzó su homilía recordando la labor de Benedicto XVI, sobre el que expresó su "afecto y reconocimiento".
En el altar se encontraba por primera vez expuesto el relicario en el que se conservan nueve pequeños fragmentos de los huesos que se dice pertenecen a San Pedro. Durante el rezo del credo, Francisco tomó en sus manos esta caja de madera en la que se lee la inscripción: "Ex ossibus quae in Arcibasilicae Vaticanae hypogeo inventa Beati Petri Apostoli esse putantur" (Los huesos hallados en el hipogeo de la Basílica vaticana que se considera que son del beato Pedro Apóstol).
Reliquias tras las que existe uno de los debates más interesantes de la arqueología de las últimas décadas. Durante la audiencia general del 26 de junio de 1968, Pablo VI anunció al mundo que se habían encontrando los huesos de San Pedro, pero algunos estudiosos que formaban parte del equipo que descubrió la tumba han expresado siempre su escepticismo sobre la posibilidad de que esos huesos perteneciesen realmente al primer líder de la Iglesia.