En el marco de una reunión que sostuvo como Obispo de Roma con los sacerdotes de su diócesis, el Papa Francisco realizó un nuevo gesto de cambio en Iglesia cuando instó a los religiosos a dar una "cordial acogida" a las parejas divorciadas que se acercan a Dios.
El Sumo Pontífice pidió que las iglesias permanezcan abiertas todo el día, con la presencia de un confesor. Asimismo, alentó a los curas a usar una "creatividad valiente" para enfrentar el tema del divorcio.
Si bien los fieles divorciados que se vuelven a casar no pueden comulgar, el Papa recordó que ya Benedicto XVI había comenzado a abordar el tema y que el deber de la iglesia era "encontrar otra vía, en la justicia", para esos creyentes.
La "nulidad matrimonial", término usado recurrentemente por el Papa, sería la solución para los fieles que desean volverse a casar de acuerdo al derecho canónico.
Al respecto Francisco anunció que éste era uno de los puntos de la reforma respecto de los cuales el Vaticano podría avanzar rápidamente.
Fuente: Infobae