El Papa Francisco recibió un inusual regalo la pasada semana: un dinosaurio.
El Pontífice recibió en audiencia privada al presidente de Malta, George Abela, que termina en estos días su mandato. Con él afrontó el problema de la inmigración en Europa y la crisis económica.
En la reunión, que duró unos 20 minutos, estaban presentes la mujer del mandatario, sus dos hijos y tres nietos, con los que Francisco protagonizó un entretenido momento. Precisamente uno de ellos saltó a la fama en redes sociales, tras regalar su dinosaurio de juguete al Papa.
El pequeño Luca Abela, de tan sólo 4 años, quiso compartir su muñeco de plástico con el Pontífice. La imagen del pequeño se ha viralizado por redes sociales.
El Papa y el presidente de Malta destacaron las "profundas huellas del cristianismo en la Historia, la cultura y la vida del pueblo maltés" y evocaron las buenas relaciones entre la Santa Sede y el pequeño país como prueban las visitas pastorales que hicieron tanto Juan Pablo II como Benedicto XVI.