Le dijo que no estaba sola.
El Papa Francisco llamó por teléfono a una mujer para consolarla luego que la creyente le enviara una carta en la que le contaba que había sido violada por un policía.
Alejandra Pereyra, de 44 años, dijo al Canal 10 argentino que se quedó helada y tuvo que pedirle que le repitiera el nombre, pero se sintió "tocada por la mano de Dios" cuando se dio cuenta de que era la última persona que recibía una llamada personal del pontífice.
La mujer, aseguró, además, que Francisco le dijo, durante la media hora de conversación, que recibía miles de cartas cada día pero que su historia le había conmovido.
El Pontífice también le dijo que no estaba sola y que debía tener fe en la justicia, sobre todo, porque las autoridades han rechazado las acusaciones que hizo Pereyra contra el efectivo policial.
Este mes, Francisco llamó también a la madre y al hermano de un italiano gerente de una gasolinera que murió de un disparo en junio y a un estudiante de 19 años que le dejó una carta durante una misa.
Fuente: Agencia Reuters