El Papa Benedicto XVI celebró, en el octavo fin de año, de su papado la misa de Primeras Vísperas y "Te Deum" de acción de gracias en la Basílica de San Pedro, durante la que instó a los fieles a alejarse de la negatividad en los medios.
“La maldad hace más ruido que la bondad: un horrible asesinato, la violencia extendida, graves injusticias llegan a las noticias; por otra parte, actos de amor y servicio permanecen comúnmente en las sombras", dijo Benedicto a miles de personas que asistieron a la misa.
En la tradicional misa de fin de año, el sumo pontífice hizo un llamado a todos los cristianos a reflexionar sobre la acelerada vida de hoy en día que no deja espacio a Dios. "No podemos quedarnos con las noticias si queremos entender el mundo y la vida, tenemos que ser capaces de pararnos en silencio, meditando, en calma y reflexionando, tenemos que saber cómo detenernos y pensar”.
Tras la ceremonia, el Papa fue despedido con el himno navideño Adeste Fidelis. Y terminó todas las celebraciones con la visita a un gigantesco pesebre en la ciudad de Matera, donde la guardia suiza hizo sonar el villancico alemán Stille Nacht (Noche de Paz) mientras el pontífice rezó.