El Papa Francisco volvió a dar una muestra más de su humildad al romper nuevamente el protocolo este miércoles cuando recorría la plaza San Pedro en el papamóvil, tras su audiencia general.
En el trayecto el Pontífice divisó a un joven con síndrome de Down -llamado Alberto di Tullio- que vestía la camiseta de la selección argentina con el número 10, de Lionel Messi.
Cuando pasó frente al muchacho, Francisco suspendió su recorrido y se acercó a saludarlo, pero cuando vio que éste hacia gestos como para subirse al papamóvil, el Papa decidió ayudarlo e invitarlo al vehículo.
Alberto se mostró contento y se sentó en la silla pontificia, la cual hizo girar sobre si misma, generando el aplauso de todos los presentes.
Se ha vuelto casi una tradición que las audiencias de los miércoles concluyan con el saludo que el Papa concede a grupos de minusváldos o personas con capacidades especiales, quienes asisten acompañados con sus familiares desde un sector específico de la plaza.
Fotos extraídas desde El Observador de Uruguay