Falta solo cinco días para que el Papa Francisco arribe a la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se realizará en Brasil y las protestas sociales no han cesado.
La noche de este miércoles, miles de personas salieron a las calles para manifestarse contra la corrupción en las afueras de la vivienda privada del gobernador de Río de Janeiro, Sergio Cabral.
La protesta también fue convocada por los gastos que ha realizado el estado para el Mundial de Fútbol que se realizará el año 2014 y para reclamar contra el uso de dinero público en la visita del Sumo Pontífice.
Durante la protesta se registraron barricadas y duros enfrentamientos entre la policía y los manifestantes.
Se espera que para el próximo 22 de julio, fecha en la que arriba el Sumo Pontífice a Brasil, sea realizada una nueva protesta en la sede del gobierno de Río de Janeiro.
El Gobierno de la presidenta Dilma Rousseff, elaboró un plan de seguridad que contempla a unos 14 mil efectivos policiales y militares en las calles.