El Papa Francisco aterrizará el lunes en Brasil para la Jornada Mundial de la Juventud, una maratón de misas y festejos con los que buscará energizar a la Iglesia católica en América Latina.
En el primer viaje desde su elección en marzo como líder de 1.195 millones de católicos, el argentino Jorge Bergoglio necesita pasar la página de una interminable ola de escándalos que desmoralizaron a su rebaño.
Y América Latina, la reserva espiritual del catolicismo con cuatro de cada 10 fieles del planeta, es el lugar ideal para una demostración de fuerza.
Los organizadores de la Jornada Mundial de la Juventud esperan que unos 2 millones de jóvenes lleguen a Río de Janeiro para ver de cerca al primer Papa latinoamericano, popular por su estilo humilde y descontraído.
Muchos viajarán durante días en autobús desde Lima, Santiago o Buenos Aires. Otros volarán de España, Alemania o Australia.
Francisco, de 76 años y el primer Papa no europeo en 13 siglos, ofrecerá una gigantesca misa en la playa de Copacabana de Río de Janeiro pero también subirá los morros para visitar una favela, conversará con jóvenes reclusos y visitará un centro de rehabilitación de drogadictos.
"El Papa no viene como turista, viene como pastor", dijo a Reuters el cardenal brasileño Raymundo Damasceno, el arzobispo del santuario de Nuestra Señora de Aparecida, patrona de Brasil, que Francisco también visitará.
"Su mensaje tocará los problemas vividos por el pueblo e intentará iluminar los desafíos que la sociedad y la Iglesia tienen por delante en América Latina", explicó.
¿Y cuáles son los mayores desafíos de la región? Según Damasceno son la pobreza, la desigualdad social y la corrupción.
Algunos de esos mismos problemas estuvieron en la raíz de una ola de protestas que sacaron a más de un millón de brasileños a las calles apenas unas semanas antes de la visita del Papa.
Fuente: 24horas.cl con información de agencia Reuters