En una relajada visita oficial del presidente de Trinidad y Tobago, Anthony Thomas Aquinas Carmona, el Papa Francisco quiso probar sus dotes musicales y tocó un instrumento oficial de ese país.
Con una atmósfera cordial y cercana, el Sumo Pontífice se atrevió a tomar unas baquetas y a tocar un típico tambor metálico que le regaló el mandatario.
Entre risas, ambos tocaron un poco y se felicitaron, por el entusiasmo.
Además de un tambor, el Papa recibió de regalo un set para preparara cacao.