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Partido de Erdogan descarta convocar elecciones anticipadas en Turquía

Miles de turcos se preparaban el sábado para un fin de semana de manifestaciones contra el Gobierno.

Erwin Acevedo

Sábado 8 de junio de 2013

El partido Justicia y Desarrollo (AK) del primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, descartó el sábado convocar a elecciones anticipadas después de una semana de las manifestaciones contra el Gobierno más numerosas en décadas.

"Las elecciones locales se celebrarán en marzo de 2014, las presidenciales, en agosto de 2014, y las elecciones generales, en junio de 2015, y un cambio del calendario está fuera de duda", dijo el vicepresidente del AK, Huseyin Celik, a los periodistas tras una reunión del grupo político.

Miles de turcos se preparaban el sábado para un fin de semana de manifestaciones contra el Gobierno, a pesar de la demanda del primer ministro para que las protestas cesen inmediatamente, puesto que han desatado los peores disturbios en la década que lleva en el poder.

En la céntrica plaza Taksim de Estambul, donde policías anti disturbios con el apoyo de helicópteros y vehículos blindados se enfrentaron por primera vez con los manifestantes hace una semana, los activistas pasaron la noche en una acampada improvisada, durmiendo en tiendas, destrozando autobuses o tapados con mantas bajo los árboles.

La policía utilizó cañones de agua y gases lacrimógenos sobre los manifestantes en el barrio obrero de Gazi, en Estambul, donde en los años 90 hubo duros enfrentamientos con la policía, pero la situación permaneció más tranquila en la capital, Ankara, donde varias docenas de manifestantes acampaban en un parque céntrico.

En una muestra de unidad poco habitual, los aficionados de los tres equipos de fútbol de Estambul, Besiktas, Galatasaray y Fenerbahçe, que han participado en algunas de las protestas, planeaban concentraciones simultáneas en Taksim el mismo sábado.

Lo que comenzó como una campaña contra la remodelación del parque Gezi, en una esquina de la plaza Taksim, se ha vuelto una muestra sin precedentes de ira pública contra el supuesto autoritarismo de Erdogan y de su partido, el islámico AK.

La policía antidisturbios se ha enfrentado con grupos de manifestantes cada noche en numerosas ciudades por todo el país, en unos disturbios que han causado tres muertos y casi 5.000 heridos, según responsables médicos.

DESALOJO EN EL AIRE

Erdogan no ha dado muestra de que vaya a acabar con la acampada en Taksim, alrededor de la cual se han erigido barricadas artesanales, atascando parte del centro de Estambul.

"Déjenlos que ataquen, no nos pueden parar", gritó por los altavoces un integrante del Partido Comunista Turco a una multitud entusiasmada, desde lo alto de una furgoneta blanca.

Taksim está rodeada de hoteles de lujo que deberían estar en pleno bullicio veraniego en una de las ciudades más visitadas del mundo, pero un desalojo forzoso podría desatar una repetición de los disturbios de principios de semana.

La acampada supone un reto para un líder cuya autoridad se apoya en tres victorias electorales consecutivas y Erdogan se ha tomado esta protesta como una afrenta personal.

Fuentes próximas al AK que Erdogan fundó en 2001 sugieren que hay una sensación de asedio en el liderazgo, con fuerzas influyentes pero dispares preocupadas por la extensión de su poder.

Erdogan ha dejado claro que no tiene intención de dimitir, recordando el 50 por ciento de votos que consiguió el AK en las últimas elecciones y no tiene ningún rival dentro o fuera del partido.

"Estas protestas son en parte resultado de su éxito en una transformación económica y social. Hay una nueva generación que no quiere verse intimidada por el primer ministro y que teme que su estilo de vida esté en peligro", dijo el ex eurodiputado Joost Lagendijk, un académico que vive en Estambul.