El Partido Popular de España, al que pertenece el presidente Mariano Rajoy, destruyó en abril de 2013 el contenido de los discos duros de los dos computadores que su ex tesorero Luis Bárcenas, encarcelado acusado de varios delitos de corrupción y fraude contra la administración pública.
El PP reconoce que los discos duros que utilizaba Bárcenas fueron "destruidos, una vez que adquirió firmeza la resolución judicial que denegaba su devolución" a raíz del archivo de una denuncia previa, a la actual investigación sobre la financiación ilegal del partido.
Según el acta judicial, han sido recibidos dos computadores. El primero ha sido enviado sin disco duro por "haber sido extraído con anterioridad". En el segundo, que contiene un disco duro de 500 gigas, presentaba "signos evidentes en los tornillos de sujeción de que podía haber sido extraído o cambiado con anterioridad".
DESTRUCCIÓN DE "MATERIAL SENSIBLE"
El PP justifica la destrucción de los dos discos duros asegurando que Bárcenas dejó de utilizar este equipo y fue "asignado" a otro trabajador y reintegrado al "sistema general" para "reformatearlo y disponerlo para su posible asignación a otro usuario".
"Esta práctica se aplica también a medios de almacenamiento masivo de información, cualquiera que sea su formato, tales con pendrives, CD, DVD, discos duros externos, etc. En caso de equipos que hayan sido utilizados por personas que hubieran podido manejar información sensible, se procede a la destrucción de los sistemas de almacenamiento, de acuerdo al protocolo que se aporta", se informó.
Los equipos han sido precintados, quedando custodiados bajo fe pública judicial y han sido entregados a los funcionarios para su análisis pericial.
Bárcenas llegó a denunciar a su partido por no devolverle los dos computadores personales portátiles con los que trabaja en su despacho de la madrileña calle Génova. En su última declaración ante el juez, volvió a referirse a ellos para explicar que había guardado en estos aparatos información relevante para demostrar que todas sus denuncias eran ciertas.
Asimismo, durante todo el proceso ha confesado que pagó sobresueldos a toda la cúpula de su partido durante casi 20 años, incluido Rajoy. Dinero que provenía de grandes constructores que donaron al partido hasta 8 millones de euros en esos años que no fueron declarados a Hacienda.