El periodista francés Romeo Langlois, quien permaneció 33 días secuestrado por las FARC en el sur de Colombia, dijo que "los comandantes de la guerrilla quieren la paz, aunque los combatientes están listos para 50 años más de guerra porque desconfían del Estado".
Langlois reveló que es portador de un mensaje de las izquierdistas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) para el presidente de Francia, François Hollande, y que el grupo rebelde quiere la participación de la comunidad internacional para un eventual proceso de paz con el Gobierno.
"Ellos (el secretariado) quieren mover cosas. La gente de más alto nivel piensa en la paz, quiere la paz, pero la guerrilla más que todo lo que tiene claro es que están muy, muy fuertes", dijo el periodista francés al asegurar que varias zonas de Colombia los rebeldes tienen apoyo de los campesinos y son una especie de estado paralelo.
"Ellos están preparados para seguir la guerra 50 años si toca, hasta que se haga una paz como ellos piensan que se debe hacer la paz en Colombia. Ellos están muy, muy desconfiados con el Estado colombiano, con lo que llaman la oligarquía, con el Gobierno", afirmó refiriéndose a los combatientes rasos.
Los máximos dirigentes de las FARC, consideradas como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, llevan más de 30 años en las filas rebeldes, mientras que la mayoría de combatientes rasos son jóvenes campesinos reclutados a la fuerza o voluntariamente por falta de oportunidades, según analistas.
Langlois negó ser simpatizante de la guerrilla, a la que acusó de haberlo utilizado para hacer política y un show con su entrega a una comisión humanitaria. "Yo sabía que me iban a entregar, yo pensaba que a los dos o tres días, mucho más rápido (...) pero el secretariado dijo hagamos un poco de política y ahí si me tuvieron como el muñeco para hacer el show que hicieron y que hicieron muy bien", afirmó al admitir que sintió miedo de morir durante el combate en el que fue capturado por los rebeldes.
El periodista, quien viajó a Francia para reunirse con su familia, dijo que regresará a Colombia y se abstuvo de calificar a las FARC como terroristas.