La líder de la oposición peruana, Keiko Fujimori, quien encabeza los sondeos para las elecciones presidenciales de 2016, se salvó por poco el miércoles de ser investigada por enriquecimiento ilícito en el Congreso.
La investigación a Keiko, la hija y heredera política del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), condenado a 25 años por violación de derechos humanos, quedó archivada, quitándole una piedra en la larga carrera de obstáculos que tiene hasta las elecciones para designar al sucesor de Ollanta Humala, y en las que su partido, Fuerza Popular, la considera como candidata natural.
La votación en la comisión de fiscalización arrojó ocho votos en contra y seis a favor de la investigación por desbalance patrimonial y enriquecimiento ilícito.
El pedido descartado planteaba investigar los ingresos y propiedades de Keiko Fujimori, de 39 años.
La parlamentaria encabeza los más recientes sondeos con un 33% de intención de voto en un país que nunca ha sido gobernado por una mujer.
Las encuestas también indican que ocho de cada 10 peruanos quisieran que una mujer sea presidenta, independientemente de quién se trate.
En las elecciones presidenciales de 2011, Keiko disputó la segunda vuelta junto al actual presidente Ollanta Humala.
En esa ocasión, uno de los ejes de su campaña fue que dejaría en libertad a su padre mediante el indulto, en caso de llegar al poder. El expresidente tiene hoy 76 años y está preso en una base policial en Lima.
Alberto Fujimori, que gobernó Perú entre 1990 y 2000, fue condenado en abril de 2009 a 25 años de cárcel como autor intelectual del homicidio de 25 personas a manos de un escuadrón de la muerte del ejército denominado Grupo Colina, en el marco de la lucha contra la guerrilla maoísta Sendero Luminoso.
Foto: AFP. Fuente: AFP.