Barcellos Bruno de Souza, un pescador brasileño de 34 años, se encontraba en aguas de Río de Janeiro, limpiando su arpón, cuando se disparó accidentalmente en la cabeza.
El arma, de unos 30 centímetros de largo, le atravesó el ojo izquierdo y se insertó 15 centímetros en su cráneo rozando el cerebro.
A pesar de la espectacular lesión, los médicos lograron retirar el arpón sin que el pescador sufriera daños cerebrales. De Souza sobrevivió, luego de una operación de emergencia que duró casi cuatro horas.
Según informa el diario The Sun, el arpón se quedó a unos milímetros de arterias vitales. El pescador permanece ingresado en cuidados intensivos, aunque perdió la visión del ojo izquierdo.