La historia del polaco Mateusz Morawiec, quien forma parte de dos tríos y tiene cuatro novios, ha llamado la atención en Argentina. El hombre se encuentra radicado en Rosario y comentó detalles sobre su poliamor.
Según indicó a Clarín, él lleva casado más de una década con Krzyś, con quien mantuvo una relación monógama durante seis años. Luego de múltiples discusiones, decidieron abrir su pareja con la condición de que una tercera persona fuera "alguien con quien, además del sexo, seríamos amigos. Algo así como amigos con beneficios”.
Descubriendo el poliamor
Mateusz sostuvo que hasta entonces no conocía el concepto de poliamor puesto que "Polonia es un país muy conservador. No se hablaba de esas cosas. Iniciamos la búsqueda en Cracovia, pero sin mucho éxito, ya que no encontramos a una persona que se adaptara a los dos y con la que nos adaptáramos por igual”.
Antes de su situación actual, comentó Morawiec, "mi primera relación poliamorosa fue bastante caótica y cometimos muchos errores porque estábamos aprendiendo". Aquello, luego de que conociera en Chile a Muhammad, con quien tuvo una relación 'tipo V', lo que significa que "estaba con dos personas con su mutuo consentimiento, pero mis novios entre ellos no”. Su marido también tenía una pareja adicional, pero aquel vínculo se rompió.
Dos tríos
Actualmente, Mateusz y Krzyś viven en Argentina y durante viajes por el mundo conocieron a Will, su novio venezolano, quien solía trabajar en Chile como voluntario en un albergue. Aquel trío perdura hasta hoy en día.
Al volver al país trasandino, Morawiec se unió a un segundo trío, que mantiene en paralelo con el inicial. De esta forma, mantiene cuatro parejas a la vez.
Sobre su poliamor, Mateusz confesó que “cuando me miro a mí mismo dentro de 20 o 30 años, ellos cuatro aparecen en estas visualizaciones y siempre están conmigo. Amo a mis cuatro novios y no puedo imaginar mi vida sin ellos".
"La dinámica de las relaciones es diferente; con algunos me siento más cerca, con otros todo se desarrolla más lento, pero cada uno me da una sensación de seguridad. Gracias a diferentes intereses puedo pasar tiempo con cada uno de ellos de una manera diferente y todos son especiales para mí”, concluyó.
El hombre asegura que quienes critican sus relaciones mediante redes sociales "no merecen ni la más mínima atención" y que "la ilusión del anonimato y el miedo a lo desconocido hacen que la gente sea bastante agresiva. Las reacciones directas son mucho más moderadas y, en su mayoría, positivas”.