En la ciudad de Montrouge, ubicada al sur de París, la policía local encontró un cinturón de explosivos de características similares a los usados para perpetrar los ataques terroristas del pasado 13 de noviembre. Según revelaron fuentes policiales, el artefacto contaba con una carga en la parte delantera, la que va junto al vientre, y otra en la parte trasera, a la altura de la espalda.
Apenas fue localizado, la policía puso un cerco en la calle Chopin con un cordón de seguridad. En tanto, los agentes de la Policía Judicial y de la Policía Científica se trasladaron al lugar y se pusieron a trabajar de inmediato para establecer si esas cargas representaban un real peligro.
Las primeras pericias lograron determinar que se trataba de un modelo similar a los ocupados por los terroristas suicidas en los atentados desarrollados el 13 de noviembre en la capital gala.
En paralelo, la importancia de las investigaciones se volvió mayor tras constatar que en esta zona fue localizado en un momento el teléfono móvil de Salah Abdeslam, el hombre más buscado de Europa por estos días debido a su implicación en los atentados.
Abdeslam fue recogido en Barbès, un barrio del norte de París, por dos conocidos que lo llevaron ya de madrugada a Bruselas. Los dos se encuentran detenidos en Bélgica y han contado a la policía que el presunto yihadista también había llevado un cinturón de explosivos.
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