Los representantes del régimen de Damasco rechazaron las acusaciones sobre torturas sistemáticas y la matanza de unos 11.000 detenidos, calificándolo de un intento por minar los esfuerzos de paz, en la primera jornada de reuniones diplomáticas para intentar encontrar una solución al conflicto que comenzaron este miércoles en Ginebra (Suiza).
La oposición siria mostró un informe que contiene 55.000 imágenes de cuerpos demacrados y mutilados, con claros signos de tortura. Otros mostraban señales de estrangulamiento o de haber sido electrocutados.
Pero el Ministerio de Justicia de Siria aseguró que este reporte estaba "politizado" y que "carecía de objetividad y profesionalismo".
El líder opositor, Ahmad Jarba, sostuvo una de esas fotografías durante su intervención en la cumbre de "Ginebra II" en Suiza, y calificó al Gobierno de Bashar Al Asad como terrorista, y solicitó la salida del actual presidente para conformar un gobierno de transición en el país.
Por su parte, el ministro de Exteriores sirio, Walid al Mouallem, denunció también terrorismo opositor, que continúa apoyado por algunos países, e instó a todos los participantes en la conferencia de paz a adoptar la "trascendental decisión de combatir el terrorismo e iniciar el proceso político".
Asimismo, el jefe de la delegación siria ha subrayado que "nadie puede garantizar o retirar la legitimidad del presidente" Bashar al Assad "salvo los propios sirios". "Este es su derecho y su obligación", ha defendido.
CALENDARIO DE TRANSICIÓN
La oposición siria prevé presentar un calendario para crear un órgano de gobierno de transición en un plazo de tres a seis meses con el fin de evitar que las conversaciones con el Gobierno de Bashar al Asad se prolonguen durante años.
El Gobierno sirio no ha respaldado hasta ahora este documento y su ministro de Exteriores, Walid al Mouallem.
Durante su intervención, el ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, ha solicitado el alto el fuego inmediato en Siria y la apertura de corredores humanitarios que permitan hacer llegar ayuda a la población civil afectada por el conflicto.
El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki Moon, ha asegurado que la crisis que sufre Siria desde hace casi tres años tiene "grandes desafíos" que no son "insuperables", por lo que ha hecho un llamamiento a sumar esfuerzos para intentar encontrar una solución.
El secretario general de Naciones Unidas también ha pedido al régimen y a los rebeldes sirios que permitan el "inmediato y completo acceso humanitario a todas las comunidades necesitadas".
"Cientos de miles de personas se han visto privadas de cualquier ayuda durante meses, con informes alarmantes de malnutrición y condiciones sanitarias desesperantes. Debe permitirse la llegada de alimentos, material médico y equipos quirúrgicos y se debe permitir la evacuación de los heridos y los enfermos", ha explicado.