Grupos de manifestantes se enfrentaron a la policía antidisturbios turca durante la noche y una federación sindical comenzó el martes una huelga de dos días mientras las manifestaciones antigubernamentales en las que dos personas han muerto entraban en su quinto día.
Cientos de policías y manifestantes han resultado heridos desde el viernes, cuando una manifestación para detener una remodelación de un parque en una plaza en Estambul creció hasta una multitudinaria protesta contra la dura represión policial y contra lo que la oposición llama políticas autoritarias del primer ministro, Recep Tayip Erdogan.
Un manifestante de 22 años murió por disparos el lunes por la noche en la ciudad del sur de Antakya, cerca de la frontera con Siria, la segunda muerte después de que un taxi arrollara a un manifestante el domingo en Estambul. No estaba claro quién abrió fuego en la manifestación.
La Confederación Sindical de Trabajadores Públicos de Turquía (KESK, en sus siglas inglesas), que representa a 240 mil miembros, iba a comenzar una "huelga de advertencia" a mediodía para protestar contra la represión policial de lo que habían comenzado como protestas pacíficas.
En una respuesta desafiante a los peores disturbios en Turquía en años, Erdogan dijo que los manifestantes iban "tomados del brazo con el terrorismo", antes de salir el lunes para una visita oficial al norte de África.
Barricadas de escombros impidieron el tráfico junto al canal del Bósforo y bloquearon la entrada principal a la plaza de Taksim de Estambul, después de los enfrentamientos durante la noche. Los grupos de izquierda colgaron banderas rojas y negras, y pancartas pidiendo la dimisión de Erdogan y en las que se leía: "Pase lo que pase, no hay marcha atrás".
En Ankara, la policía cargó contra manifestantes adolescentes y los dispersó utilizando gases lacrimógenos y agua a presión a última hora del lunes. Los manifestantes levantaron barricadas en el barrio gubernamental de Kizilay y provocaron un incendio en la carretera.
Erdogan ha descalificado las protestas como la obra de enemigos laicos que nunca han aceptado el éxito electoral de su partido AK, que tiene raíces en partidos islamistas ilegalizados en el pasado pero que también acoge a elementos nacionalistas y del centroderecha. El partido ha ganado tres elecciones consecutivas y gestiona un auge económico que ha aumentado la influencia de Turquía en la región.
"Esta es una protestas organizada por elementos extremistas. No vamos a regalar nada a los que viven tomados del brazo con el terrorismo.", dijo Erdogan en el aeropuerto antes de partir hacia Marruecos.
Fuente: Reuters