Tras la salida del presidente de Paraguay, Fernando Lugo - a través de un juicio político-, el nuevo mandatario Federico Franco ya anunció sus primeros nombramientos en el gabinete paraguayo.
Estos serán en puestos clave, como el ministerio del Interior que asumirá Carmelo Caballero y el de Relaciones Exteriores que ocupará José Féliz Fernández. Un gesto que pretende dar un mensaje claro de la nueva orientación que va a tomar su mandato.
Respecto de otros cambios, Franco sostuvo que se tomará "un poco de tiempo" tomando en consideración que se espera tenga conversaciones con los ministros que actualmente siguen en sus puestos y que pertenecen al período de Lugo.
La reacción en Sudamérica ha sido crítica ante la crisis política y en ese sentido países como Ecuador, Argentina, Venezuela y Bolivia anunciaron que no reconocen como presidente a Franco. Por su parte el nuevo gobernante aseguró que espera que "entiendan la situación de su país y que se hará el mayor esfuerzo para que esto se normalice".
Ad portas de una reunión urgente de Mercosur en Argentina, Federico Franco ha dado a entender que se restaría, todo porque en sus declaraciones habla e insiste en que "lo más importante es quedarnos a organizar la casa y si es necesario irá el canciller".
La destitución
Con una mayoría casi absoluta, fue destituido Fernando Lugo de su cargo como presidente de Paraguay.
Con 39 votos a favor de la destitución, dos ausentes y cuatro votos en contra, los parlamentarios acordaron la medida.
El mandatario fue acusado de mal desempeño de funciones y arrastrar a la nación al caos.
El liberal Federico Franco, que era vicepresidente, mantenía una relación tensa con Lugo y asumió la presidencia hasta agosto del 2013, según la Constitución local, en lo que se estima provocará un vuelco en la orientación ideológica del Gobierno.