Luego de 15 meses gobernada por tecnócratas, y de dos meses de campaña electoral, Italia no logra encontrar una salida para su futuro. Con más del 95% de los votos escrutados, el partido de centroizquierda que encabeza Pier Luigi Bersani se convertirá en la primera fuerza de la Cámara de Diputados (con un 29,75% de los votos).
Aunque Bersani también obtiene un mayor número de votos en el Senado, la ley electoral italiana, pondría por delante en número de escaños a la coalición de Silvio Berlusconi y la Liga Norte.
La gran sorpresa de la jornada son los buenos resultados logrados por el Movimiento antisistema de las 5 Estrellas del humorista Beppe Grillo y el batacazo electoral, de Mario Monti, que no superaría el 10% de los votos.
Los principales analistas en los medios italianos coinciden en que la actual situación obligará al país a regresar a las urnas.
Sigue sorprendiendo también el respaldo que, dos décadas de escándalos después, sigue cosechando Silvio Berlusconi. Tras poner al borde de la quiebra a Italia, acosado por los procesos judiciales y escándalos sexuales, lograría que más de una cuarta parte de los electores sigan creyendo en él.
El panorama que se encontrarían los italianos a partir de mañana sería una Cámara de Diputados de centroizquierda y un Senado que impediría la tramitación de cualquier decisión del Gobierno. Si el recuento terminara así, Giorgio Napolitano sería el nuevo presidente de la República.