El Ministerio de Medio Ambiente de Botswana determinó suspender por un tiempo indefinido la caza de animales salvajes que se practica con motivos comerciales, a partir del 1° de enero de 2014.
El Gobierno de Botswana consideró que este deporte no es compatible con sus compromisos en favor de la conservación y de la protección de la fauna local ni con el desarrollo de la industria turística local a largo plazo.
Con esta noticia, millonarios aficionados a la caza, como el Rey de España, no podrán continuar con su 'deporte' o 'hobby', pues deberán acatar las normas establecidas del país africano.
El comunicado emitido por el ministerio indica que "si dejamos hacer, este declive constituye una amenaza real para la preservación de nuestro patrimonio natural y para la salud a largo plazo de la industria turística local, segunda fuente de ingresos detrás de los diamantes".
En Botswana, el turismo representa cerca del 12% del Producto Interno Bruto (PIB), y su fauna es la principal fuente de atracción turística.