La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, dijo este miércoles que utilizar una crisis como un mecanismo para llegar al poder es una "versión moderna de un golpe de Estado".
Esto por la amenaza de una impugnación que enfrenta y los llamados a renunciar que ha recibido por parte de políticos opositores.
Actualmente Brasil sufre su peor recesión en 25 años y los fiscales están indagando un enorme escándalo de corrupción surgido en el seno de la compañía estatal Petrobras.
Sin embargo, los investigadores no han presentado evidencia que implique a la presidenta, cuya popularidad se ha hundido a mínimos históricos.
Fuente y foto: Reuters