Cerca de 50.000 personas se han visto afectadas por las inundaciones en el este de Rusia, según ha informado este viernes el Ministerio de Desarrollo del país, citado por la agencia estatal de noticias RIA Novosti.
Más de 2.000 viviendas en la región de Amur han sufrido graves daños por las fuertes lluvias y sus inquilinos han tenido que ser realojados en otras casas temporalmente.
Otras 30.000 personas han tenido que ser evacuadas de las zonas que corren el riesgo de inundarse. Muchas de esas personas se han negado a abandonar sus hogares.
El viceministro regional de Desarrollo, Sergei Nazarov, comentó a principios de esta semana que se han proporcionado 3.200 millones de rublos (US 91 millones) para los afectados por las inundaciones y las operaciones de rescate.
Las fuertes lluvias produjeron la crecida de los ríos y el desbordamiento de la presa de la central hidroeléctrica de Zeya, lo que ha dejado decenas de hogares bajo el agua en varias regiones del Lejano Oriente de Rusia.
Los vecinos de la ciudad de Jabárovsk, una de las más afectadas, y capital del distrito federal del Lejano Oriente de Rusia, están a la espera de su evacuación por las inundaciones. Medios locales informan de que en la zona isleña de la localidad más de 297 casas ya se han visto afectadas por el desastre natural.
Autoridades locales están evaluando los daños materiales causados por el desastre. Sólo la agricultura de la región sufrió daños por valor de 2.000 millones de rublos (60 millones de dólares). Debido a las inundaciones, unos 500 kilómetros de carreteras y unos 60 puentes han quedado destrozados.