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Rusia y Francia siguen plantados cara a cara por crisis en Siria

Moscú y París vivieron una jornada de persistentes desacuerdos centrados en determinar quién cometió los ataques con gas venenoso contra la población civil en agosto pasado.

Fernando Jimenez

Martes 17 de septiembre de 2013

La ofensiva lanzada por Rusia, principal apoyo exterior con el que cuenta el régimen de Bashar Al-Assad, para avanzar en soluciones diplomáticas al conflicto en Siria, sigue generando polémica y resistencia entre los miembros occidentales del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, encabezados por Estados Unidos.

Este martes, Moscú y París vivieron una jornada de persistentes desacuerdos centrados en determinar quién cometió los ataques con gas venenoso contra la población civil en agosto pasado, y si es posible adoptar una resolución del organismo que sea vinculante para Damasco.

Así, el canciller francés, Laurent Fabius, reafirmó que su gobierno no tiene "ninguna duda sobre la responsabilidad" del régimen de Assad en la mortal acción.

Al mismo tiempo, el gobierno galo defiende la adopción de una resolución "fuerte" que incluya "consecuencias" si Damasco no cumple sus compromisos para desmantelar su arsenal químico.

Mientras tanto, su colega ruso, Serguei Lavrov, insistió en que tiene "razones serias" para creer que el ataque químico fue "una provocación".

Tras una reunión, ambos coincidieron en que las dos potencias tienen "enfoques distintos" sobre la forma de solucionar la crisis. No obstante, aseguraron que tienen el objetivo común de poner fin al sangriento conflicto, que deja hasta ahora más de 100.000 muertos.

Lavrov recalcó que una resolución del Consejo de Seguridad sobre el desmantelamiento del arsenal químico sirio "no invocará el capitulo 7" de la Carta de la ONU, que prevé el uso de la fuerza.