Ariel Castro, el hombre acusado de secuestrar a tres jóvenes durante más de una década en la ciudad de Cleveland (Ohio, EE.UU.), aceptó este viernes la condena a cadena perpetua, sin opción a libertad condicional.
De esta forma, al declararse culpable, evita ser condenado a pena de muerte.
La defensa de Castro llegó a un acuerdo con la fiscalía que evitará continuar con el juicio y una posible sentencia a pena de muerte para Castro.
El acusado se enfrenta a 977 cargos en su contra, entre ellos asesinato agravado por la sospecha de que interrumpió el embarazo de una de las rehenes. Estaba previsto que el juicio comenzase el 5 de agosto.
"¿Usted entiende que nunca volverá a salir de la cárcel?", preguntó el juez a Castro durante la audiencia, a lo que éste contestó un rotundo "sí".
Castro mantuvo secuestras a tres mujeres, Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina DeJesus, durante más de una década, a partir de 2002. Con una de las víctimas, Amanda Berry, tuvo una hija que tiene actualmente seis años.
Las cuatro fueron liberadas el pasado mes de mayo, después de que una de ellas pidiera ayuda a un vecino, luego de conseguir fugarse de la casa en las que se encontraban retenidas, aprovechando una salida de su secuestrador.
El acuerdo también incluye que los bienes de Castro, de 53 años, pasen a ser propiedad del Estado. Su casa, donde llevó a cabo los secuestros, será demolida.