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Seguridad extrema en Pekín

Una nueva versión del Congreso del Partido Comunista Chino se celebra este jueves y las medidas de seguridad contemplan desde la prohibición de bajar las ventanillas de los taxis hasta las salidas forzosas de la capital por parte de activistas.

Nadia Iturriaga

Lunes 5 de noviembre de 2012

El Gobierno chino ha desplegado una serie de medidas de seguridad, tales como la prohibición de vuelos de palomas adiestradas y también la imposibilidad de bajar las ventanillas en los taxis, para la celebración del XVIII Congreso del Partido Comunista Chino (PCCh) que dará inicio este jueves.

Según la agencia oficial Xingua, un total de 1,4 millones de personas fueron movilizadas en Pekín para informar cualquier irregularidad a la Policía. En tanto, un gran número de activistas y disidentes están vigilados, mientras otros como Hu Jia y la escritora tibetana Woeser fueron forzados a dejar la capital.

La vigilancia también se ha implementado en los trenes que llegan de la provincia de Xinjiang, cuna de la minoría musulmana uigur.

En cuanto a las prohibiciones, ni globos ni aviones de aeromodelismo de control remoto pueden usarse en Pekín. Tampoco pueden haber cuchillos en las vitrinas de los supermercados y tiendas a fin de limitar la posibilidad de ataques.

“Qué tiene que ver todo esto con mi vida. Los nuevos líderes no van a rebajar la cantidad que tengo que pagar todos los meses a la compañía. No me interesa lo más mínimo la política. Es asunto suyo”, reclama un taxista que recibió instrucciones de evitar acercarse al sector donde se desarrollará el evento.

Los mecanismos de control han repercutido de manera importante a la Internet puesto que su velocidad ha experimentado una baja hace días y se presume que podría tratarse de un fuerte barrido de la Red por parte de los censores que eliminan contenidos considerados subversivos.

Son instancias sensibles en Pekín las convenciones del partido que se celebran cada cinco años y también la sesión anual de la Asamblea Popular Nacional, en marzo, sin embargo, la paranoia expresada en estos mecanismos de seguridad alcanzan niveles extremos en esta oportunidad.

El ambiente es complejo debido a la situación que enfrenta la economía por la crisis global, las desigualdades sociales, las demandas de un cambio por parte de la comunidad y la gran cantidad de protestas colectivas por diversos motivos como problemas medioambientales y expropiaciones forzosas de suelo, entre otras.

Por si fuera poco, el congreso se realizará justo luego de detonar uno de los mayores escándalos políticos sufridos por China en el que Bo Xilai, el ex secretario del PCCh, fue expulsado del partido por cargos de corrupción, abuso de poder e implicación en el asesinato de un ciudadano británico por parte de su mujer.