Estado de Emergencia en Perú, luego que al menos 40 trabajadores del sector gasífero fueran secuestrados por un presunto grupo de narcoterroristas pertenecientes a la agrupación Sendero Luminoso. Los rehenes permanecen retenidos hace más de 48 horas y no han podido ser localizados por las fuerzas de seguridad que se encuentran desplegadas en la zona del centro poblado de Kepashiato, en el Cusco.
Más de 1.500 efectivos militares acordonaron el lugar para dar con el paradero de los trabajadores y según la alcaldesa de la provincia La Convención en Cusco, Fedia Castro, las fuerzas del orden buscan por aire y tierra pistas sobre los secuestrados y sus captores, quienes han pedido una recompensa de 10 millones de dólares por su liberación. "Lamentablemente, no tenemos ningún resultado hasta ahora, no se les ubica y no sabemos en qué estado se encuentran", declaró Castro vía telefónica desde la ciudad de Quillabamba.
Castro señaló que de acuerdo con algunos testimonios de pobladores de Kepashiato, unos 70 rebeldes incursionaron en el poblado y buscaron a los trabajadores en sus hoteles. Luego se los llevaron a bordo de camionetas con rumbo desconocido.
Mientras las familias exigen la presencia del presidente Ollanta Humala en el lugar de la emergencia, las autoridades decretaron estado de emergencia durante los próximos 60 días para dar con el paradero de los secuestrados. Sin embargo, las los representantes del gobierno, la policía y militares no están brindando ninguna información sobre las acciones que se están adoptando para ubicar a los secuestrados.
El lunes en la madrugada un grupo de rebeldes ingresó en el poblado de Kepashiato, a unos 500 kilómetros al este de Lima, y tomó como rehenes a trabajadores de la empresa Skanska, contratista del consorcio operador del proyecto de gas de Camisea, otros obreros de la empresa Construcciones Modulares, y a una enfermera y una médica.
Un secuestro como el ocurrido el lunes no se producía desde 2003, cuando senderistas retuvieron a 71 trabajadores de la empresa argentina Techint, que trabajaba en el tendido de un gasoducto en Camisea. Los trabajadores fueron liberados dos días después aparentemente por el despliegue y movilización de las fuerzas armadas. El gobierno dijo entonces que no se pagó un rescate.