Matías Devincenzi, un enfermero de 31 años de San Miguel de Tucumán, Argentina, emocionó al mundo luego de salvar a Santino, un bebé recién nacido en 2017.
El lactante había sido abandonado por su familia y se encontraba en neonatología, con múltiples problemas de salud: deficiencia respiratoria, malformaciones y una patología uronefrológica.
En marzo se complicó todo y el menor pasó a terapia intensiva, luego de sufrir una infección. El enfermero justo se encontraba de vacaciones, por lo que cuando regresó, encontró al bebé en peores condiciones.
"Recuerdo que estaba en coma, con asistencia mecánica respiratoria. Soy de hablarles mucho a los bebés. Así que lo encaré y le dije sin pensarlo dos veces: 'che Negro, si me abrís los ojos te llevo a casa'", contó Devincenzi, según relata La Gaceta.
"Los abrió y yo sentí que era una señal. Inmediatamente me asumí como su papá y comencé a averiguar sobre la adopción", aseguró.
En ese momento Devincenzi estaba soltero, por lo que el trámite de la adopción se complicó aún más, siendo aconsejado por sus amigos que no lo hiciera. Sin embargo nada fue impedimento para él.
Mientras preparaba el trámite, la salud del lactante volvió a complicarse tras ser operado de la vejiga, por lo que el enfermero aseguró: "En ese momento asumí que era su papá aún sin serlo. Le dije: 'hijo aquí estoy, vas a estar bien y vamos a ser muy felices juntos".
Luego que se complicara la ureterectomía, el enfermero no pudo ver a Santino por dos meses, hasta el 12 de octubre, cuando se convirtió en el padre legal. Actualmente el menor tiene dos años, viven juntos y ha podido recuperar de sus problemas de salud. "Es todo lo que no imaginé nunca. Hubo una conexión desde el primer día que nos conocimos. Cuando me preguntan por qué lo adopté, la respuesta es simple: él me eligió a mí", concluyó el enfermero.