Al menos siete personas -entre ellas tres periodistas- murieron este miércoles, en el ataque realizado por un grupo armado a la sede de la cadena de televisión progubernamental sirio Al Ikhbariya, ubicada en la zona de Drousha a unos 15 kilómetros de Damasco.
El saldo de fallecidos, además de los tres periodistas, suma a cuatro guardias de seguridad de la televisora, además de siete personas secuestradas y nueve heridas en el asalto.
Según medios locales los rebeldes instalaron artefactos explosivos en las dependencias de Al Ikhbariya "tras saquear y destruir los estudios del canal".
La televisión oficial siria mostró imágenes del lugar, donde podía verse la sede del canal destrozada por las explosiones con varias paredes derruidas y escombros en el suelo. Algunos muros que quedaban en pie presentaban impacto de balas, según las imágenes que mostró la emisora oficial.
Las autoridades calificaron el ataque como "la peor masacre contra la prensa y la libertad de expresión por ejecutar a periodistas sirios a sangre fría y destruir con brutalidad el edificio de la televisión Al Ikhbariya" y comprometieron toda la fuerza para combatir estos hechos.
