Más de tres mil valientes participantes del famoso festival anual de "San Fermín" se agolparon para festejar la segunda jornada de esta tradicional fiesta que se toma las calles de la ciudad española de Pamplona. El encierro terminó sin heridos graves.
A las ocho de la mañana en punto se disparó el cohete que daba inicio al encierro y los toros se precipitaron por las pequeñas calles, donde esperaban los participantes para una carrera que los llevó hasta la plaza de Pamplona en 2 minutos y 27 segundos.
Varios corredores se cayeron en la curvas más peligrosas, formando unos montones sobre los que saltaron limpiamente los toros, acompañados de los seis bueyes que los guiaban.
El doctor jefe del Hospital de Navarra, Javier Sesma, informó que no se registraron heridos graves y que solamente cuatro personas fueron atendidas por lesiones sufridas por caídas.
En el encierro matutino, que duró poco más de dos minutos, los participantes corrieron a toda prisa junto a seis toros de lidia y seis cabestros que intentaron mantener a las bestias juntas durante el recorrido de 850 metros desde un corral hasta la plaza de toros de la ciudad.
La festividad de nueve días en la norteña ciudad de Pamplona comenzó el domingo. La fiesta fue inmortalizada por el escritor estadounidense Ernest Hemingway en 1926 con la novela "También sale el Sol" (The Sun Also Rises).
Los heridos son tres españoles y un hombre de 41 años de Phoenix, Arizona de acuerdo con la oficina de prensa del gobierno de Navarra.
Cabe recordar que en 2012, 20.700 corredores participaron en los ocho encierros, es decir, una media de 2.587 diarios. Cada año, entre 200 y 300 personas resultan heridos y 15 de ellos han muerto desde 1911, el último un español en 2009.