Edward Snowden, el informático que ha revelado el programa secreto estadounidense de captación y escuchas a ciudadanos e instituciones de todo el mundo, ha pedido asilo político en Rusia.
El presidente ruso, Vladimir Putin, había afirmado que Snowden podría quedarse en el país con una condición: "dejar de trabajar con el fin de perjudicar" a Estados Unidos, "un país aliado".
Putin también prometió que no entregará a Snowden a su país de origen. "Nosotros no entregamos a nadie, nunca". Además, insistió, en que el informático no trabaja para sus servicios secretos.
El mandatario ruso hizo estas declaraciones tras el acuerdo entre Washington y Moscú para resolver la situación del informático. Según ha informado Nikolai Patruchev, jefe del principal órgano consultivo de seguridad nacional en Rusia, a la cadena Rossiya 24, Putin y Barack Obama han encargado a los jefes del FSB (el antiguo KGB) y el FBI, Alexander Bortnikov y Robert Mueller, respectivamente, "estar permanentemente en contacto y encontrar soluciones".
Snowden se encuentra desde la semana pasada en el área de tránsitos del aeropuerto moscovita de Sheremetiévo, de donde no puede salir por tener anulado su pasaporte estadounidense.
Rusia ya ha mostrado su incomodidad con la presencia del informático en su suelo: "Cuanto antes se vaya, mejor para él y para nosotros", afirmó Putin el pasado martes. Ecuador también se encuentra estudiando si conceder asilo político a Snowden. Mientras, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, está en Moscú para una cumbre de países exportadores de gas. La prensa rusa ha barajado que podría llevarse a Snowden con él; el pasado miércoles, Maduro se mostró dispuesto a evaluar una solicitud de asilo.