La incertidumbre continúa en Buenos Aires, luego que los trabajadores del Subte iniciaran este lunes una décima jornada de huelga en la capital trasandina. Hasta el momento no se han podido aunar los criterios para reactivar un servicio que es utilizado al día por unas 900 mil personas.
El conflicto alcanzó ribetes más complejos este fin de semana, cuando la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y el Premetro fortalecieron su postura contra la empresa Metrovías y el Gobierno local, que parece no tener la capacidad para resolver un conflicto que ha desatado el caos en la ciudad.
Hasta el momento nadie se hace responsable de las peticiones de los trabajadores. Mientras el Gobierno porteño de Mauricio Macri, dispara contra el Ejecutivo central de Cristina Fernández, la empresa señala que la única forma de responder a las demandas de los obreros es que la Subsecretaría del Trabajo juegue un rol protagónico en el conflicto.
En medio de este entrampado de acusaciones, están los 900 mil usuarios de la red subterránea que deben ingeniárselas para llegar a sus lugares de trabajo cada mañana. Filas interminables para los colectivos y el colapso del transporte público es lo que experimentan por décima vez consecutiva los porteños, mientras en sus despachos las autoridades discuten alternativas para resolver el conflicto.
El pulso entre los dos ejecutivos, el nacional y el bonaerense, ha llegado incluso a los medios de comunicación. Así, después de que la Presidencia de la Nación insertara avisos publicitarios contra la gestión de Macri en el entretiempo de los partidos televisados en "Futbol para Todos", el gobierno porteño replicó a través de Youtube dejando al descubierto las "mentiras" de la Casa Rosada.