Es una lucha histórica que vuelve a reactivarse en Tailandia.
Miles de manifestantes de la oposición se tomaron las inmediaciones de importantes ministerios con el objetivo de ejercer presión y derrocar el actual Gobierno de la primera ministra Yingluck Shinawatra.
Las protestas se han centrado en las sedes de cuatro ministerios, un importante complejo de oficinas gubernamentales y 19 ayuntamientos provinciales.
El enojo de los tailandeses de oposición radica en la inminente aprobación de una ley de amnistía que permitiría el retorno al país de su polémico hermano, el ex primer ministro Thaksin Shinawatra, quien fue derrocado en 2008 y está acusado de corrupción.
Según medios internacionales, Thaksin Shinawatra, quien aún es un multimillonario y un ex magnate de las comunicaciones, gobierna de facto el país asiático a distancia e, incluso, participa de reuniones ministeriales a través de videoconferencias.
El objetivo de las manifestaciones de este miércoles es cerrar la burocracia para eliminar la "maquinaria política de Thaksin", afirmó Suthep Thaugsuban, uno de los líderes de los manifestantes.
Las protestas, aunque pacíficas, han aumentado los temores de disturbios en este país tan dependiente del turismo.