Los talibanes afganos cumplieron su amenaza. Anoche, miembros fundamentalistas atacaron la base militar Camp Bastion, al sur de Afganistán, donde se encuentra destinado el príncipe Enrique de Inglaterra.
El ataque provocó la muerte de dos marines estadounidenses y dejó a varios heridos. Según confirmaron fuentes militares británicas, el príncipe Harry salvó ileso y se encontraría fuera de peligro.
El príncipe, se encuentra destinado en Afganistán como piloto de helicóptero de combate.
El lunes, un portavoz talibán, Zabiullah Mujahid, advirtió que: "Vamos a hacer lo mejor que podemos para matar al príncipe Harry y otros miembros de las fuerzas británicas de la base de Helmand".
Según indica el medio digital abc.es, los talibanes habrían utilizado armas de fuego ligeras y lanzacohetes durante el ataque.