Un nuevo hecho de violencia extrema sacude a Medio Oriente.
Al menos 46 personas murieron en un ataque perpetuado en el aeropuerto Kandahar de Afganistán, en donde se tomaron a dos familias como rehenes.
Las autoridades afganas cifraron en 11 a los responsables del hecho, dentro de los cuales nueve fueron abatidos por la policía, mientras que otro quedó herido y el último no ha sido identificado.
Testigos del acontecimiento informaron que el objetivo real de los terroristas era una base militar afgana cercana a la zona, en donde también existen tropas de la OTAN.