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Tímida reunión entre Hollande y Merkel

La primera reunión entre los líderes de Francia y Alemania generó expectación por la dupla que se puede generar para mantener los acuerdos de austeridad entre ambos países.

Javiera Salinas

Martes 15 de mayo de 2012

El nuevo presidente de Francia, François Hollande, se veía comprensiblemente nervioso este martes durante su primera reunión con la canciller alemana, Angela Merkel, mientras el mundo buscaba señales de que el nuevo dúo poderoso de Europa pueda superar diferencias políticas para resolver la crisis.

Merkel guió con mucha diplomacia a su invitado a través de los honores militares en Berlín y se lo llevó a toda prisa para una reunión que había sido retrasada cuando un rayo golpeó el avión del nuevo mandatario.

Aunque ambos hablaron de su determinación para mantener la cooperación franco-germana, que floreció durante el mandato del predecesor de Hollande, Nicolás Sarkozy, su lenguaje corporal demostró que tendrán trabajo por delante.

Merkel, la más poderosa líder europea en los últimos seis años, simplemente se encogió de hombros y sonrió a los reporteros cuando su invitado explicó que quería modificar su pacto fiscal, acordado con 25 Estados europeos, para hacerlo más orientado al crecimiento.

Al ser consultada si tenía algún temor por el nuevo presidente de Francia, Merkel se rió y dijo: "No me asusto muy seguido dado que el miedo no es un buen consejero en la política".

El nuevo liderazgo franco-alemán sólo tuvo 60 minutos para conocerse antes de hablar a los medios del mundo, pero parecía que ya no existía el brillo de las reuniones de "Merkozy", apodo que los medios dieron a la complicidad entre Sarkozy y Merkel. Todo lo que bastó fue una sonrisa conspirativa entre ellos en Bruselas el año pasado para señalar que los días de Silvio Berlusconi como líder de Italia, la tercera economía de la zona euro, estaban contados.

Ahora los asesores de la líder alemana y Hollande esperan que las similitudes de carácter de ambos mandatarios los ayuden a salvar sus diferencias políticas.

Hollande, de 57 años, se presentó a sí mismo como "señor normal" durante la campaña electoral contra Sarkozy, a quien Merkel respaldó públicamente. Habló de querer continuar haciendo las compras familiares como jefe de Estado y su pareja espera seguir siendo una madre trabajadora.

Merkel, también de 57 años, intenta proteger una imagen hogareña, pero se niega a hablar sobre su vida privada. Raramente aparece en público con su marido, un profesor de química tímido con la prensa.

Un compromiso en el debate europeo de crecimiento versus austeridad podría ser más fácil por el hecho de que tanto Merkel como Hollande compensan con su pragmatismo lo que ambos carecen en carisma.

Pero la gran pregunta podría no ser si pueden trabajar juntos para salvar al euro: en eso no tienen mucha elección. Lo más importante para algunos periodistas que cubrían la reunión era colocar un nuevo apodo a la pareja. Las apuestas van por "Merkollande".

Fuente: 24horas.cl / Con información de agencia Reuters.