Tras su devastador paso por Haití, país donde sus torrenciales lluvias y fuertes vientos provocaron la muerte de seis personas, la tormenta tropical Isaac, este sábado golpeó el este de Cuba.
Miles de cubanos del este de la isla debieron ser evacuados para evitar los peligros ante una posible inundación.
Las autoridades cubanas dijeron que olas de hasta 4 metros e inundaciones habían dañado casas a lo largo de la costa y que el viento había derribado cables eléctricos y telefónicos en algunos lugares.
Hasta el momento, no se ha dejado ningún número de muertos ni de heridos. El gobierno de Cuba habitualmente reacciona rápidamente a la hora de evacuar.
Meteorólogos cubanos advirtieron que las inundaciones podrían propagarse en la medida en que se esperaba que Isaac pasara por la costa norte en su trayecto hacia Cayo Hueso, ubicado a 145 kilómetros al otro lado del estrecho de Florida.
Baracoa, la ciudad más al este de la isla, sería la más afectada. La televisión cubana informó de daños a 50 edificaciones del lugar, además de la caída de cables de energía y líneas telefónicas.
La tormenta se fortalecería a un huracán de categoría 2 con vientos de 160 kilómetros por hora, antes de tocar tierra en la costa estadounidense, en algún punto entre la saliente de Florida y Nueva Orleans a mediados de la próxima semana.
En su último informe, el Centro Nacional de Huracanes en Miami dijo que el centro de la tormenta estaba justo fuera de la costa noreste de Cuba, a 130 al este-noreste de la ciudad de Camagüey y a 605 kilómetros al este-sudeste de Cayo Hueso, avanzando a 31 kilómetros por hora.
Sus vientos máximos alcanzaron los 95 kilómetros por hora, agregó el centro.