Transcurridas ya algunas horas desde la enorme explosión en Beirut (El Líbano) que ha dejado, al menos, más de 50 fallecidos, comenzaron a aparecer en medios locales las primeras versiones respecto a una posible causa sobre lo sucedido.
Es así como la cadena libanesa LBCI, en base a declaraciones del director general de Aduanas del Líbano, Badri Daher, señala que la sustancia que explotó fue nitrato de sodio, utilizada como fertilizante, conservante de alimentos y también para producir explosivos, lo que parte de un cargamento que había sido confiscado a un buque un año atrás. Según Infobae, esto fue confirmado, además, por Daher, quien habló de "toneladas de nitrato".
Por su parte, el director general de seguridad del Líbano, Abbas Ibrahim, dijo también que la explosión "ocurrió en un depósito de materiales de alto poder explosivo confiscados años atrás".
Lo cierto es que el nitrato de sodio es un compuesto químico utilizado comúnmente como fertilizante y conservante de comida. Sin embargo, en combinación con otras sustancias puede ser utilizado para fabricar explosivos y también combustible sólido para cohetes. Por esta razón su comercio suele estar altamente regulado y controlado.
Cabe recordar que las primeras informaciones apuntaban al estallido de fertilizantes o fuegos artificiales alojados en las instalaciones portuarias, ubicadas en el centro mismo de la ciudad.
PRIMER MINISTRO LIBANÉS: "ESTA CATÁSTROFE NO PASARÁ SIN RESPONSABLES"
Mientras se desarrollan las investigaciones correspondientes, el primer ministro libanés, Hassan Diab, prometió que los responsables de la gran explosión van a "pagar el precio".
En un breve discurso televisado, Diab afirmó que "esta catástrofe no pasará sin responsabilidades" y que hacer justicia es la labor del Gobierno.
"Esta es una promesa a los mártires y a los heridos", remarcó el jefe del Ejecutivo. Dijo que se harán públicos "los hechos respecto al peligroso almacén que existía desde 2014", sin ofrecer más detalles.
Por otro lado, el primer ministro solicitó la ayuda de los países "amigos y hermanos" del Líbano, que atraviesa la peor crisis económica desde el final de la guerra civil (1975-1990). El Ejecutivo declaró un día de luto nacional mañana, miércoles, por las víctimas, que se prevé que aumenten en las próximas horas.