Después de semanas de protestas contra el racismo y la brutalidad policiaca provocada por la muerte de George Floyd, hombre afroamericano asesinado el 25 de mayo bajo custodia policial en Minneapolis, Trump trató de ofrecer una respuesta política a las crecientes preocupaciones sobre la injusticia racial en las elecciones del 3 de noviembre, en el que busca un segundo mandato.
Trump , un republicano, abrió sus comentarios expresando su empatía a las familias de las víctimas de la violencia policial, prometiendo luchar por la justicia y prometiéndoles que sus seres queridos no habrán muerto en vano. Pero rápidamente se volvió hacia una defensa de los agentes del orden y una amenaza de sanciones para los saqueadores.
"Los estadounidenses quieren la ley y el orden, exigen la ley y el orden", dijó Trump en una ceremonia en la Casa Blanca, reiterando un llamado que ha enojado a los manifestantes que han llegado a las calles de Nueva York a Los Ángeles.
"Los estadounidenses saben la verdad: sin policía hay caos, sin ley hay anarquía y sin seguridad hay catástrofe", dijó la máxima autoridad de Estados Unidos.
En sus comentarios públicos y en Twitter, Trump llamó a tomar medidas enérgicas contra los manifestantes y enfatizó una respuesta contundente y militarizada a los disturbios sociales provocados por la muerte de Floyd y otros. A pesar de hacer un llamado a la unidad, utilizó su discurso de Rose Garden el martes para criticar al ex presidente Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, por su historial en reformas policiales. Las encuestas de opinión muestran una preocupación generalizada entre los estadounidenses sobre la brutalidad policial.
Reforma policial limitada
La orden de este martes alienta a los departamentos de policía a emplear los últimos estándares para el uso de la fuerza, mejorar el intercambio de información para que no se contraten a los oficiales con registros deficientes sin que se conozcan sus antecedentes, y agregar trabajadores sociales a las respuestas de las fuerzas del orden público a casos no violentos que involucran adicción a las drogas y la falta de vivienda, dijeron los funcionarios.
La propuesta de Trump dirigiría el dinero federal hacia los departamentos de policía que obtienen la certificación de organismos externos y prohibiría los estrangulamientos a menos que la vida de un oficial estuviera en peligro. También los alentaría a usar armas menos letales, como pistolas paralizantes.
Los críticos, incluida la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, manifestó que "la orden era insuficiente".
Trump reiteró que se opone a los llamados a "desembolsar a la policía" al reinventar o desmantelar los departamentos de policía. Los principales demócratas, incluido el presunto nominado presidencial Joe Biden, no han aceptado tales llamados, pero los republicanos han saltado al tema.
A la espera del dictamen del Parlamento Norteamericano
Se espera que la Cámara de Representantes, liderada por los demócratas, vote a fines de este mes sobre la legislación general presentada por el Caucus Negro del Congreso para frenar la mala conducta policial.
Se espera que los republicanos del Senado revelen su propia legislación el miércoles que se concentra más en la recolección de datos que en los cambios de política en áreas que involucran fuerza letal. Trump instó al Congreso a actuar.
Los demócratas quieren permitir que las víctimas de mala conducta y sus familias demanden a la policía. Los republicanos están presionando para reducir las protecciones laborales para los miembros de los sindicatos del orden público.
La decisión de Trump de prohibir los estrangulamientos parece similar a la prohibición incluida en la legislación demócrata.
Los legisladores republicanos están divididos sobre el tema
Inimai Chettiar, de Justice Action Network, dijo que el uso de fondos de subvenciones para influir en las políticas del departamento de policía podría ser una forma efectiva de obtener resultados, pero señaló que el Departamento de Justicia de Trump se ha resistido a otros esfuerzos de reforma.
"Tengo mucho escepticismo en términos de cuán rigurosamente se implementará", dijo. Otros grupos de derechos civiles dijeron que la orden de Trump no fue lo suficientemente lejos.