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Pese a la amnistía ofrecida por el Gobierno, que favorecía a las personas detenidas durante las últimas protestas, las manifestaciones en Ucrania no cesan y ya suman la muerte de más de veinte individuos, según informó el Ministerio de Salud local.
En un comunicado, la cartera confirmó el fallecimiento de 25 personas, entre las que se cuentan nueve policías, de acuerdo al Ministerio del Interior.
El recrudecimiento de la violencia y el caos en las calles de la ciudad de Kiev, ya ha tenido respuesta de autoridades internacionales que ha tenido opiniones dispares respecto a las manifestaciones que buscan la renuncia del presidente Víktor Yanukovich, luego que este prefiriera un trato con Rusia, antes de integrarse a la Unión Europea (UE).
El primer ministro de Polonia, Donald Tusk, dijo que el organismo debe imponer sanciones contra el Gobierno del cuestionado mandatario.
"Hablaré con los líderes de los mayores países e instituciones de la Unión Europea les pediré que impongan sanciones", señaló.
Algo similar expresó el canciller alemán, Frank-Walter Steinmeier, quien advirtió que Yanukovich puede recibir sanciones personales por la crítica situación que enfrenta Ucrania.
"El responsable de las decisiones que lleven a un baño de sangre en el centro de Kiev o en otro lugar de Ucrania debe contar con que Europa reconsidere su reserva a aplicar sanciones personales", señaló.
La misma opinión tuvo Estados Unidos, Francia, la OTAN y la UE, que dijo estar dispuesta a colaborar con Ucrania para poner fin a la violencia.
Sin embargo, Rusia, mantiene otra postura, y cree que las manifestaciones son parte de un "intentos golpista" convocado por los líderes del grupo opositor Maidán.
A través de un comunicado, el portavoz de la presidencia rusa, Dmitri Peskov, dijo que los acontecimientos en Ucrania son "un golpe de Estado" y señaló que "la parte rusa exige que los líderes de Maidán detengan el derramamiento de sangre en su país y reanuden cuanto antes el diálogo con las autoridades legítimas, sin amenazas ni ultimátum"
Las barricadas mantienen ocupada la Plaza de la Independencia de Kiev, en otra jornada de protestas que se suma a la escalada de violencia civil que experimenta hoy en día Ucrania y que recuerda los peores días del proceso independentista que los separó de la Unión Soviética hace más de 22 años.