Tras la renuncia del primer ministro, Mykola Azarov, en Ucrania, el clima político continúa aumentando la tensión social en el país.
Solo horas después de la dimisión del cuestionado premier, el Parlamento ucraniano resolvió derogar una polémica legislación antiprotestas que endurecía las penas contera los manifestantes y que motivó el enojo de la oposición.
Con 361 votos a favor y solo dos en contra, el Parlamento, eliminó la normativa que prohibía que los manifestantes utilizaran cascos o máscaras durante las protestas. Asimismo, impedía que se ocuparan edificos públicos durante las manifestaciones.
Estas medidas, impuestas hace un mes, generaron una negativa reacción de la oposición que incrementó su rechazo contra el Gobierno, luego que éste realizara un acuerdo con Rusia y rechazara ingresar a la Unión Europea.
Desde finales de 2013, en Kiev, capital de Ucrania, cientos de personas salieron a las calles a protestar contra el Gobierno. Estas manifestaciones generan enfrentamientos con la policía, lo que generó, la derogada legislación.
Para calmar los ánimos, el presidente ucraniano, Víktor Yanukovich, decidió aceptar la renuncia del premier, sin embargo, le dijo que esperar hasta la formación de un nuevo Gobierno.